La locutora cubana Indira Solís no puede estar más feliz al recibir en Estados Unidos a su hijo mayor Jorge Zamora, de 21 años de edad, luego de que este se acogiera al nuevo programa de parole humanitario implementado por el gobierno de dicha nación.
De acuerdo con el reporte de la Voz de América, la mujer había llegado a tierras de libertad junto a su hijo menor, mediante la reunificación familiar, al ser reclamada por su esposo, pero el mayor se había quedado en Cuba.
Solís había permanecido alrededor de siete años en trámites para la reunificación con Jorge, los que se vieron afectados debido a la retirada del personal de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, y posteriormente por la COVID-19.
En tal sentido, Solís declaró a la citada fuente: “Ahora mismo el boletín de visas continúa estático, no se mueven las categorías de visa y están en espera de un milagro prácticamente, a pesar de que la Embajada de Cuba ya anunció que va a comenzar a tramitar todas las categorías de visa. Eso fue lo que me llevó a profundizar más en este tema, en este nuevo parole”.
La mujer asegura que el procedimiento fue sencillo y mostró su asombro por la rapidez del mismo: “Fueron pasos muy breves, la documentación no es la misma, es mucho menos documentación que las anteriores reclamaciones o los anteriores procesos y, definitivamente, fue un proceso que yo no me lo creo porque puse a mi hijo en Estados Unidos en menos de una semana”.
Según cuenta, aplicó al programa el pasado 6 de enero, apenas cuatro días después recibió la aprobación y su hijo voló a Miami el día 13.
No obstante, destacó que la calidad de la internet en Cuba fue la única trababa que presentó su hijo para el proceso, lo cual lo obligó al uso de una VPN.
“Definitivamente, fue muy fácil, muy pocos pasos y muy poca documentación, además. Los requisitos son muy pocos”, detalló Indira.
Asimismo, declaró que no necesitaron de un abogado ni un asistente legal para recibir alguna orientación de cómo llenar los requisitos: “Este proceso está diseñado para que el mismo peticionario y el beneficiario apliquen por su cuenta”.
“Lo hicimos nosotros mismos. Yo, desde mi casa, aplicó su hermanito, que fue quien me ayudó muchísimo, que puso la mano en todo el formulario y, entonces, fue cuando USCIS comenzó a enviar al correo electrónico ‘disponible para el beneficiario en Cuba’”, expresó.
Tras recibir la notificación, accedieron a los enlaces, descargaron la aplicación CBP One y lograron realizar sin contratiempos el proceso hasta el final.