Periodista independiente Héctor Luis Valdés habla sobre sus derechos de vida privada

El periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho, exigió por medio de la red social Facebook que se respete su derecho a tener vida privada. El joven, Miembro del Movimiento San Isidro, activista por los derechos humanos e incansable luchador contra el asedio del régimen castrista, dejó en clara su opinión frente a sus detractores en las redes sociales.

A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de Héctor Luis Valdés Cocho:

“Quiero aclarar esto, porque estoy viendo que en cada ocasión que subo una foto mía privada, en disfrute con algunos amigos, dando algún paseo o tomando alguna cerveza; que no es el caso porque no bebo, aparecen los aludidos y los decepcionados de mi trabajo, que valga recalcar que, en su mayoría viven en el exterior. Algo con lo cual no tengo el más mínimo problema.

Recuerdo que en más de una ocasión dejé por lo claro que no recibo órdenes ni de mi madre, que aún vive gracias a Dios. Por ende, no permito que nadie, absolutamente nadie, venga a decirme o exigirme lo que debo o no hacer.

Él o la que tenga dudas o esté preocupado por mi accionar respecto a la situación de Luis Manuel Otero Alcántara, o a la situación de Esteban Rodríguez, es fácil; sigan mi trabajo, mis publicaciones, o sencillamente pueden googlear y ahí se informan del sin números de veces que, mis muñecas han sentido el peso de las esposas, o el sin fin de ocasiones en que, mi rostro o mi cuerpo ha sentido el impacto de un puño. También pueden informarse en mi perfil, la de veces en que he experimentado el mal sabor de boca que me deja, el intentar salir de mi casa y que personas desconocidas me lo impidan. O también pueden recibir la información de la de veces que mi psiquis se ha visto dañada por un acto de repudio.

Mi historia con la Seguridad del Estado, estasi o gedós, cómo quieran llamarla, no viene desde el inicio de mi membresía en el Movimiento San Isidro, viene desde que decidí poner los ojos en el hijo de una persona equivocada, que me costó los nueve meses más tristes de mi vida. Eso tampoco es un secreto para nadie. Desde que comencé en el periodismo independiente, he sufrido innumerables maltratos, amenazas, censuras, sitios y no sólo yo, sino mi familia también. Mis acciones, mis denuncias, mis reclamos; tanto desde mi casa como en la calle no han mermado. Al contrario, van en aumento.

Desde que Luis Manuel Alcántara decidió exponer su cuerpo como única vía para exigir que se cumplieran sus exigencias, este cubano que está escribiendo comenzó a salir a la calle para tratar de llegar a él, estar con él y darle mi total apoyo. Las personas que verdaderamente me conocen, saben el amor inmenso que siento por LuisMa; algo que los aludidos temo que no conocen. Desde que mi gran amigo, hermano, confidente Esteban Rodríguez cayó preso, su esposa Zuleidis Gómez Cepero está de testigo que soy rodilla en tierra con ella y con él. Mis denuncias, mis convocatorias, mis exigencias, son el orden de mi día a día. Cosa que tampoco los decepcionados conocen.

Vuelvo y repito con el mayor respeto que se merecen y recalco que no existe para mí ningún problema con los exiliados políticos, o que decidieron huir del hambre y la miseria que se vive día a día acá en este pedazo de cárcel flotante: no vuelvan a exigirme salir a la calle por nadie, el día que lo haga será porque mi corazón decida hacerlo, como tantas veces lo he hecho.

Él o la que crea que lo hará mejor que yo, pues lo invito a que regrese en el primer vuelo que salga para Cuba y vamos los dos hacia dónde quiera ir. No permito que me exijan desde el exterior, cuándo en Cuba no se quejaron ni de la mala calidad del pan. Consejos, mil acepto, exigencias, ninguna. Es y será mi lema.

Respecto a mi vida personal, aclaro:

«Soy periodista independiente, activista, disidente, miembro del MSI. Pero también soy humano, joven, tengo pareja, amigos, una vida que llevar. En ocasiones deseo dejar de ser por un mísero día el joven que lucha DESDE CUBA, por la democratización de su país y ser un joven común y corriente, al que le encanta menear la cintura, escuchar música, besar a su novio y tomarse fotos con sus amigos. Por favor, no todo es “me llevan”, “los represores están aquí” y “abajo la dictadura».

Todos disfrutan de sus momentos de barbikiu, cerveza corona y bares; no sean tan egoístas y permitan que los que aquí nos jugamos día tras día el pellejo, tengamos un día de relajación sin tener la presión de que un carro patrulla te está cercando.

He hecho, seguiré haciendo; no por LuisMa ni por Esteban, sino por todos y cada uno de los que injustamente sufren esta barbarie de país. Incluso sin tener un ápice de reciprocidad.

Respeten a los que estamos dentro y más cuándo no tuvieron el valor de hacer lo que hacemos y decidieron huir. ¿Les quedó clarito a los aludidos? ¿O les tengo que hacer algún tipo de dibujo? 

Saludos”.