El periodista cubano Héctor Lázaro González Aguirre, quien padece de insuficiencia renal crónica y se encuentra en régimen de hemodiálisis, pidió ayuda para salvar su vida, pues necesita gestionar una visa humanitaria para cualquier país donde pueda someterse al tratamiento adecuado.
Mediante una grabación, el comunicador de 39 años de edad, relató que el único riñón que presenta no le funciona bien y en la isla no hay cómo darle solución a su compleja situación.
Señaló que hasta el momento se desconocen las causas de su enfermedad, ya que no se le puede hacer una biopsia renal para no dañar más el único riñón que le queda. Ha tenido que usar 21 catéteres porque los especialistas no han logrado un acceso vascular, por lo cual su sistema vascular se ha visto comprometido y se ha ido deteriorando.
“La solución que los médicos me dan es hacerme diálisis peritoneal, pero en estos momentos, desgraciadamente, por las razones que sean, en Cuba no se está haciendo ese tratamiento. (…) El problema con esto es que mi tiempo se agota, porque he tenido muchos catéteres que han tenido que cambiármelos constantemente debido a las infecciones”, indicó.
“Es por eso que estoy haciendo un llamado a todas las personas que ven este video, para que me ayuden a aplicar a una visa humanitaria, para poder hacerme la diálisis peritoneal en otro país y poder seguir con mi vida”, pidió encarecidamente.
La periodista independiente cubana Mónica Baró Sánchez, quien fue compañera de estudio de Héctor, se hizo eco de su situación y junto a su grabación escribió: “Héctor González es uno de mis amigos de la Universidad. El mayor del aula, porque empezó a estudiar Periodismo con 25 años, luego de haber trabajado de soldador. Estudiar con Héctor fue una lección diaria de perseverancia. Todos los días iba y venía de Alamar y permanecía en la Facultad más que nadie porque no tenía computadora en casa”.
“A veces se iba del laboratorio de computación cuando cerraba ya tarde en la noche. Además, Héctor era el tipo de amigo que iba a tu casa a pintar si lo necesitabas, como fue a la mía, que te tiraba todos los cabos imaginables. Está la gente noble y está Héctor en otra categoría superior. Les pido que se tomen un tiempo para ver este video en el que cuenta de la enfermedad con que viene lidiando desde hace ya varios años y ayudemos a difundir su solicitud de ayuda para salvar su vida”, concluyó su mensaje.
Héctor González es uno de mis amigos de la universidad. El mayor del aula, porque empezó a estudiar Periodismo con 25 años, luego de haber trabajado de soldador. Estudiar con Héctor fue una lección diaria de perseverancia. Todos los días iba y venía de Alamar y permanecía en la Facultad más que nadie porque no tenía computadora en casa. A veces se iba del laboratorio de computación cuando cerraba ya tarde en la noche. Además, Héctor era el tipo de amigo que iba a tu casa a pintar si lo necesitabas, como fue a la mía, que te tiraba todos los cabos imaginables. Está la gente noble y está Héctor en otra categoría superior. Les pido que se tomen un tiempo para ver este video en el que cuenta de la enfermedad con que viene lidiando desde hace ya varios años y ayudemos a difundir su solicitud de ayuda para salvar su vida.
Posted by Mónica Baró Sánchez on Wednesday, October 26, 2022
De igual manera, el periodista Maykel González publicó: “Muchos de los que pasamos por la Facultad de Comunicación de la UH conocimos a Héctor L. González, una gran persona, ante todo. Los más cercanos, saben también de sus esfuerzos en la vida y su buen sentido del humor, incluso en momentos difíciles.
Ahora ese amigo o conocido necesita nuestra ayuda. Desde hace unos años, quizás cuando experimentaba una de sus etapas más gratificantes en lo personal y lo profesional, la salud de Héctor le asestó un duro golpe cuando le diagnosticaron insuficiencia renal.
Se encontraba trabajando en China, pero decidieron enviarlo de regreso a Cuba, donde ha estado sometido a hemodiálisis, cada vez más complicadas. La crisis en la isla -de la cual no hace falta abundar- no permite el tratamiento más efectivo y las cosas han ido de mal a peor durante los últimos meses, por motivos fáciles de deducir. Él decidió relatar su historia con la esperanza de recibir toda la ayuda posible. Compartirla es lo menos que podemos hacer de momento”.
