Desde la prisión donde se encontraba recluido, fue informado de su muerte a la familia Gough, quien años atrás destruyó por su crimen. Se trata de Michael Hernández, quien asesinó al hijo de María y Jorge Gough en el baño de la escuela donde ambos eran compañeros.
La causa de su muerte en la prisión Columbia Correctional Institution, aún se desconoce, pero un cuerpo de investigadores se encuentran en Lake City realizando la necropsia y buscando información que aclare la muerte de Michael.
“Mi deseo era escucharlo arrepentirse. No sé si lo hizo antes de morir. Ojalá, pero estaba joven y nunca esperé que fuera a morir tan joven”, afirmó a Telemundo 51, la madre de Jaime Gough, quien fue asesinado en febrero de 2004 por Hernández cuando tenía 14 años, tras propinarle cuarenta puñaladas en un baño del colegio Southwood Middle en Palmetto Bay.
Tras ello, intentó realizar la misma acción con otro de sus compañeros, pero fracasó. Más tarde le fue encontrada una lista de las víctimas que tenía como objetivos en aras de convertirse en un asesino en serie. Hernández fue sentenciado a cadena perpetua por el juez John Schlesinger.
“Mi más sentido pésame para los padres de Jaime Gough y para toda la familia Gough. Y la familia Hernández, ellos no fueron los que cometieron un crimen y perdieron a un miembro de la familia”, expresó Andre Martin, el excompañero que se convertiría en su segunda víctima si no hubiese fracasado, que ahora funge como policía de Miami-Dade.