La nube de polvo del Sahara que lleva varios días afectando al Caribe y a varias provincias de Cuba, ya comenzó a hacerse presente en La Habana, lo que demuestra que este fenómeno ha seguido avanzando.
Aunque los primeros efectos de esta nube de polvo sobre la capital comenzaron a sentirse desde el pasado miércoles en horas de la tarde, los expertos apuntaban que durante este jueves la intensidad sería bastante mayor.
Polvo del Sahara: La Habana de gris
Una nube de polvo del Sahara, luego de viajar unos 6 000 kilómetros de distancia, cargada de partículas perjudiciales y contaminantes, le ha cambiado los colores a La Habana, borrándole la línea del horizonte https://t.co/QSLnMrrlg6 pic.twitter.com/SIEcLpOf8f— Tribuna de La Habana (@TribunaHabana) June 24, 2020
En las redes sociales han aparecido gran cantidad de imágenes que muestran cómo el cielo de La Habana ha quedado completamente opacado por este polvo procedente del desierto más famoso del planeta.
“Polvo del Sahara: La Habana de gris. Una nube de polvo del Sahara, luego de viajar unos 6 000 kilómetros de distancia, cargada de partículas perjudiciales y contaminantes, le ha cambiado los colores a La Habana, borrándole la línea del horizonte”, escribió el diario Tribuna de La Habana junto a una serie de imágenes.
La Habana bajo el polvo del Sahara pic.twitter.com/xXLHn4whJY
— #Cuban2015 NiaFla team (@cuban_2015) June 24, 2020
Sin embargo, esta no es la única consecuencia que ha ocasionado esta nube de polvo, pues en la capital se ha registrado un aumento significativo de la temperatura y una disminución de las lluvias.
Es muy probable que esta situación se mantenga en Cuba por lo menos hasta el viernes, día en el que pueden registrarse las mayores concentraciones de polvo y por lo menos los principales peligros.
El doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP), comentó que la nube de polvo puede afectar en mayor medida a las personas asmáticas, a los alérgicos, a los adultos mayores y a los niños de menos de cuatro años.