Niño cubano con leucemia espera visa humanitaria para ser atendido en Miami

Familiares del niño cubano José Camilo Cateura Díaz, de 11 años de edad, piden ayuda para gestionar cuanto antes una visa humanitaria que le permita ser atendido en una institución médica de Estados Unidos, tras ser diagnosticado con leucemia en noviembre del 2020.

De acuerdo con el reporte del Nuevo Herald, el oncólogo miamense Guillermo R. De Angulo, quien trabaja en el Nicklaus Children’s Hospital de Miami, aseguró que se encuentra listo para recibir al menor y someterlo a un intenso régimen de quimioterapia y a un trasplante de médula ósea.

Con respecto a la incapacidad del sistema de salud en la isla para asumir el tratamiento del menor, destacó: “Aunque en Cuba tienen excelentes médicos, el problema es que carecen de las herramientas que necesitan para ponerlo en una remisión completa”.

Según apunta la citada fuente: “El engorroso proceso para salvar la vida de José Camilo no ha dado comienzo porque el niño se encuentra a la espera de que su solicitud de parole humanitario sea aprobada por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés)”.

La abogada de inmigración Zulimary Maymi-Serrano, intermediaria legal entre la familia en Cuba y la agencia federal estadounidense, señaló que se desconoce el tiempo que tendrá que esperar para recibir la aprobación de la visa: “Los tiempos de procesamiento de USCIS no están escritos en piedra”.

Por su parte, Judith Díaz Valentí, madre del menor, alertó vía telefónica desde Cuba que mientras más tiempo transcurra mayor es el riesgo que corre la vida de su hijo: “Dicen que podría tomar 90 días, mi niño no tiene ni 30 días. Necesita que sea ya. Me duele decirlo, pero es así. No tenemos tiempo”.

De igual manera, mostró su temor de que la solicitud de visa sea denegada o demore demasiado tiempo: “Tengo miedo de que me digan que no puede viajar y si no puede viajar, no se salva, porque aquí no tienen nada que hacer ya”.

“Su enfermedad ya no se puede tratar en Cuba. Necesita un tratamiento menos invasivo del que le pueden poner aquí. Su cuerpo se está deteriorando cada día más. Su caso fue presentado a la Oficina de Inmigración de Miami desde el día 15 de noviembre”, explicó en una grabación.

De igual manera, lamentó que cada día que pasa, la vida de su niño corre más peligro y se le va agotando el tiempo para someterse al tratamiento adecuado.

“Mi niño necesita que la visa sea ya. La estamos pidiendo para él y para su papá, porque la necesita urgente. Su cuerpo se está deteriorando, ya no puede más con los medicamentos que le ponen aquí (en Cuba). Necesitamos toda la ayuda posible. En una clínica de Miami están esperando para tratarlo y tenemos mucha fe en que allí pueden solucionar su problema, para que pueda volver a ser un niño normal”, indicó la mujer entre lágrimas.

Por su parte, Josué, abuelo del menor, también solicitó ayuda encarecidamente para gestionar a la mayor brevedad posible la visa humanitaria que permita a su nieto viajar a Estados Unidos para someterse al tratamiento.

“Le estoy rogando a Dios que me ayude a conseguir las visas para Estados Unidos, porque hay un hospital allí que sí puede curar a mi nieto y salvarle la vida. Sé que cada país del mundo tiene su ley migratoria, además los tiempos son de Dios, pero el tiempo para mi nieto es más que oro, es vida”, expresó.

En los últimos días, el menor ha sufrido un aumento de los dolores musculares y está presentando fiebre alta.

Sobre esto, el doctor De Angulo indicó: “Recibimos una llamada del oncólogo líder que trata su caso y su condición se deteriora a diario, ya que han agotado todos los medicamentos y recursos disponibles en Cuba para tratarlo. Esto está causando un gran revés en su salud y bienestar, y puede ser fatal si no se trata a tiempo”.

El pasado mes de agosto el menor experimentó una recaída, que según el doctor: “Tal vez hubiera entrado en remisión sin recaer, pero es muy difícil saber porque no se pudieron hacer los estudios biológicos que aquí se hacen”.

Tras un mes de quimioterapia para detener el avance de la enfermedad, sufrió un sangramiento digestivo que casi le cuesta la vida. “Solo con la mano de Dios pudieron controlarlo”, precisó la madre.