Alrededor de 50 migrantes cubanos permanecen varados en uno de los campamentos habilitados por el gobierno de Costa Rica para recibir a la gran cantidad de personas que se acumularon en el país en agosto en su intento para llegar a Estados Unidos, informó Radio y Televisión Martí.
Se trata de un campamento que se encuentra ubicado en la región rural de La Cruz de Guanacaste y en el cual las autoridades mantienen a los migrantes a pesar que se trata de un lugar que no cuenta con las condiciones mínimas.
“Quedamos 48, hay 3 embarazadas y tres niños, uno con discapacidad física. Según nos han informado el contrato con la Cruz Roja termina el próximo día 30”, declaró Adam Ramírez Arango.
A pesar que el campamento se encuentra bastante cerca de Peñas Blancas, localidad fronteriza con Nicaragua, los cubanos no pueden cruzar a ese país porque las autoridades no les permiten la entrada debido al coronavirus.
Por lo tanto, los migrantes cubanos están prácticamente obligados a permanecer en un campamento que cada vez que llueve se llena de lodo porque está en una zona baja y que está custodiado de manera permanente por cuatro agentes de la Dirección de Inmigración.
Aunque la única buena noticia para los migrantes cubanos es que el gobierno de Costa Rica no iniciará el proceso de deportación contra ellos siempre y cuando no violen las leyes del país.
La mayoría de estos cubanos llegó a Costa Rica luego de atravesar varios países de Centroamérica, incluyendo la selva del Darién en Panamá, uno de los lugares más peligrosos del continente.