Gerardo Díaz Alonso, manifestante del 11J en el municipio matancero de Cárdenas, se declaró en huelga de hambre en prisión desde el pasado viernes 18 de febrero, en protesta contra su injusta condena de 14 años de privación de libertad.

De acuerdo con la plataforma independiente 14ymedio, Díaz Alonso, de 33 años de edad, fue acusado de los presuntos delitos de “sabotaje” y “desórdenes públicos”.

Mercedes Sánchez, su esposa, con quien tiene dos niños, uno de un año y medio y otro de apenas 20 días de nacido, manifestó a la citada fuente el dolor y la impotencia que siente al ver a su esposo en esta injusta situación. Además, se siente preocupada porque él padece de los riñones y teme que su cuerpo no reaccione bien.

Según cuenta la joven de 23 años de edad, el director del centro penitenciario llamó a los familiares para que intentaran convencerlo de deponer la huelga de hambre. Gracias a esto, ella pudo verlo el pasado miércoles, y apuntó que estaba en un estado de salud muy delicado, mientras que la madre de Díaz Alonso se puso muy mal al verlo.

“Está flaco, su rostro no tenía color y se iba de lado; al verlo tan mal, habló con él para tomar agua, aunque fuera, y aceptó”, afirmó Mercedes.

El manifestante contó a su esposa que se encontraba aislado en una celda de castigo y luego tuvo que ser trasladado a la enfermería por el empeoramiento de su estado de salud.

Asimismo, la joven denunció que no pudieron apelar a la sentencia porque como fue juzgado en Fiscalía militar, sólo tenían cinco días para presentar la apelación y no les dio tiempo, pues el juicio se celebró en diciembre, pero él recibió su sentencia el 29 de enero y la familia supo de ello el 3 de febrero.

Mercedes denunció también las irregularidades del juicio, donde se presentaron fotos manipuladas y sólo un testigo lo acusó y era de la policía. Además, en el único video que presentaron como prueba incriminatoria en su contra, no se muestra Díaz Alonso tirando piedras, sino parado en una esquina.

De igual manera, explicó que la abogada declaró en el juicio que el acusado presentaba problemas de retraso mental, y lejos de ser tomado en cuenta este planteamiento, se dedicaron a inventar cosas en su contra y a verlo como si fuera el peor delincuente.

“Dijeron que habían hecho averiguaciones en el barrio, pero nunca ningún oficial fue a hacer nada, tan sólo inventaron un circo de mentiras elaboradas por ellos mismos, tal y como han hecho con todos los presos del 11J, para buscar motivos para condenarlos”, subrayó Mercedes.

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