La cubana Miriela Cruz, es una paciente de cáncer que también fue víctima de los abusos y las atrocidades por parte de los agentes del régimen.

Su hijo, Dayron Fanego, un joven de sólo 22 años de edad, fue detenido en el portal de su casa por participar en las masivas protestas que dieron inicio a lo largo de la isla el pasado 11 de julio. Tras su detención, la madre salió detrás de los agentes y llegó hasta la estación policial.

Allí fue brutalmente golpeada, así como su hijo y otra joven detenida junto con él. Como los agentes no quisieron brindarle información sobre su hijo, decidió quitarse la blusa que llevaba puesta y mostrar un pulóver en el que se leía: “Abajo la dictadura. No más hambre. No más represión. Patria y Vida”.

Inmediatamente los esbirros de la dictadura le rompieron el pulóver y la dejaron prácticamente desnuda, así la condujeron hacia la patrulla, indica la madre: “De tanto golpe que me dieron llegué hecha caca a la prisión”.

En este sentido, la activista cubana Anamely Ramos González compartió una publicación en su cuenta de Facebook en la que denunció:

“Desde hace dos días vengo publicando reportes muy tristes de personas encarceladas y de abusos terribles contra madres y familiares de los presos. Entre sábado y domingo la Seguridad del Estado se ocupó de liberar a unas cuantas personas, casi todos visibles, y de jugar la carta de un aparente reblandecimiento de la represión. Por detrás de esa fachada siguen las arbitrariedades de todo tipo. 

Recordé que hace unos días un amigo jurista me contó de manera confidencial que las orientaciones para proceder en los juicios sumarios eran las siguientes: absolver o liberar con multas a aquellas personas “re-educables”, aquellas que tienen una familia estable, integrada, que no tengan antecedentes penales. A los que son parte de una familia disfuncional, tengan un pasado conflictivo o vivan en determinados barrios, pagarían las consecuencias de todo lo ocurrido. Recuerdo que lloré de la rabia. Si hay algo que no soporto escuchar son esos juicios fascistas. Creo que toda iniciativa, ya sea familiar o grupal, para intentar salvar a alguien es válida y hermosa, pero eso no puede llevarnos a cerrar los ojos ante las injusticias cometidas hacia esos que no son los nuestros. Todos son los nuestros. Todos son inocentes y todos merecen ser libres. 

Este caso que traigo ahora me estremeció. Miriela es la madre de ese joven que todavía hoy está preso: Dayron Fanego. A él se lo llevaron del portal de una casa. Ella fue tras él a la estación y al darse cuenta de que no le darían información se quitó la blusa y debajo tenía un pullover que decía: ‘Abajo la dictadura, no más hambre, no más represión, Patria y Vida’. Ella me cuenta que sabía que la llevarían presa pero que esa fue la manera que encontró de compartir la suerte con su hijo. Miriela fue llevada a la prisión conocida como el Sidatorio, en San José de la Lajas. Ella cuenta en el audio las humillaciones sufridas y las condiciones terribles. Miriela es paciente de cáncer de pulmón. La soltaron después de 7 días y le hicieron firmar un papel que decía que estaba acusada de robo con fuerza. Ella les dijo a los oficiales que sin espejuelos no veía casi nada, pero ellos insistieron que solo era el papel de la fianza. Miriela, sin embargo, no está preocupada por ella sino por su hijo, es para él que ha reservado el poco dinero que le queda y ha contratado abogado. Su desesperación es enorme pero también su determinación de explicarle a todos la injusticia tan grande que se cometió contra ella y que se comete contra su hijo. Tiene miedo, pero confía en el poder de la verdad.

Todos estos casos que aparecen los estamos documentando con organismos internacionales. Lo digo no solo para que se limiten a tomar cualquier represalia contra Miriela y su hijo, sino para que sepan, las autoridades corruptas y abusadoras, que más temprano que tarde quedarán expuestos todos estos horrores y tendrán que pagar por ellos. ¡Paren ya las injusticias y la violencia!.

Somos muchos trabajando sin descanso en eso, gente valiosa que pone de su tiempo y energía para acompañar e intentar mitigar los daños. No sé cuánto más dure todo esto, pero estoy convencida de que de ahí saldrá el nuevo país que necesitamos y merecemos. Yo, al menos, no paro hasta que todos estén libres y nuestros derechos respetados”. 

Desde hace dos días vengo publicando reportes muy tristes de personas encarceladas y de abusos terribles contra madres…

Posted by Anamely Ramos González on Tuesday, July 27, 2021

La publicación consta además de un audio de Miriela en el que relata las atrocidades de las que fue víctima en la prisión: “Las condiciones son pésimas. Había Covid en la prisión. En mi celda éramos 20 mujeres y había un vaso para las veinte. Tomábamos agua de un cubo que había en el baño con tremenda suciedad”.

Comenta además, que fue exhibida en ajustadores frente a un grupo de aproximadamente 30 militares vestidos de verde en la estación. Indica que al permanecer encarcelada no pudo asistir al turno médico que tenía para hacerse un TAC para chequear el avance de su enfermedad, ni siquiera le permitieron acceder a sus medicamentos.

Sin duda alguna, todas estas acciones de las que fue objeto esta madre cubana, constituyen violaciones burdas de los derechos humanos, por parte de un régimen que ante la opinión pública internacional procura aparentar ser un fiel defensor de los derechos humanos.

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