La joven cubana Mackyani Yosney Román Rodríguez, manifestante y presa política del 11J, envió una carta desde el centro penitenciario donde se encuentra cumpliendo la injusta condena de 10 años de privación de libertad.
El activista cubano Marcel Valdés, quien se ha mantenido activo en la denuncia de las injusticias contra los manifestantes del 11J y sus familiares, publicó en sus redes sociales este miércoles 4 de enero: “Aquí les traigo una carta de Mackyani Yosney Román Rodríguez, presa política y manifestante del 11 y 12 de julio, de la Güinera, 25 años de edad, sentenciada a 10 años de privación de libertad. Se encuentra recluida en la prisión de mujeres El Guatao”.
“Mamoti, como cariñosamente le dicen, pidió que hicieran pública esta carta. Una carta triste donde muestra lo que siente alguien que está presa injustamente. Les dejo la carta transcrita aquí abajo. Compartan, hagamos que se cumpla lo que pidió, que la lea la mayor cantidad de personas”, concluyó su mensaje.
A continuación, se reproduce íntegramente la misiva de la joven presa política:
“25 de diciembre del 2022
8:05 a.m.
Feliz Navidad a todos
Me encuentro entre cuatro paredes en el día de hoy y, hace ya algún tiempo, por mejoras de la vida y quizás predestinaciones, en un lugar donde sólo se respira nostalgia, tristeza y dolor, a pesar de escuchar tantas risas a nuestro alrededor, algo ilógico, pero sucede así. Donde descubrí que no era el fin del mundo gracias a que existen personas que me aman.
De no ser así, créeme que este lugar sería el fin del mundo para mí. En este lugar donde la palabra amigo para todos fue olvidada, de hecho, no existe, aquí donde el tiempo es el único factor y el principal, el cual nos obliga a llenarnos de calma para poder derrotar a la desesperación, aquí donde la distancia se convierte en cómplice de la infelicidad y víctima del olvido.
Es aquí donde se aprende a amar la libertad y donde se le da oportunidad a aquel amigo, vecino y familiar que una vez quería demostrártelo con palabras que lo funden en hechos, pues es aquí donde más uno necesita, donde vivimos con tan poco, que le damos el verdadero valor a las cosas, hasta las que ya estaban en desuso.
Es en este lugar donde hay tantas personas y realmente nos sentimos solos, donde nos damos cuenta de que no es la compañía, es la convivencia; que nos conformamos con miradas tras balaustres, rejas y metros de separación, donde aprendemos a cobrar paciencia y que un día más para el resto del mundo es un día menos para los que estamos aquí… Que nuestros relojes caminan sus manecillas en cuenta regresiva y que eso es lo que jamás nadie puede parar: el tiempo.
Es aquí donde quieres opinar o simplemente dar un consejo, donde realmente lo que debes es callar, pues tus palabras se convierten después en tus propias puñaladas, esas que no sabes si quedarás viva o muerta, porque los hechos te lo demuestran, teniendo que decir sí cuando realmente lo que quieres es decir no, dándole la razón a quien no la tiene, que muchas veces es un ser más mediocre que tú, tragando en seco por todo lo que tenemos que aguantar y pasar aquí, pero no nacimos aquí, y la libertad, que es lo único por lo que abogamos, nos sorprenderá el mejor de los días.
Aquí, donde sentimos la necesidad de escuchar a todas las personas, aquí donde siempre hay capacidad para una más, donde sabes cuándo entras, pero no cuándo te irás, porque la vida nos depara sorpresas que no contaste antes con ellas; donde te das cuenta del dolor que te causa cuando no puedes compartir con ese hijo que te espera en casa y que llora por la ausencia de su madre, que cada llamada y su voz es una lágrima, ese que te ama sin importarle tus defectos y virtudes, ese padre que sufre la ausencia de su hija y que viene a verla, no importa el mal tiempo ni los obstáculos para llegar, esa madre que te dice que está bien cuando realmente está desplomada.
Es aquí donde el pensamiento viaja a gran velocidad, donde las mujeres, amigos y maridos te abandonan sin ningún tipo de sentimiento, esas que decían que todo era para siempre y el dictamen de un fiscal hizo que se le partieran las rodillas. Esos que decían amar y solo fue un exceso de palabras nada más, es aquí donde lo único que vale es el apoyo de tu familia que jamás te dejarán sola.
Aquí precisamente donde todo se vuelve odio y rencor, donde el corazón se vuelve de plomo, donde vivimos de esperanza y fe y donde nadie cree en el valor de la palabra promesa. Y es aquí donde aprendí que no habrá culpa olvidada mientras la conciencia tenga noción de ella.
Por estar para mí, justo cuando más necesitaba, gracias…
De corazón les deseo un feliz Fin de Año y un Próspero Año Nuevo, a los que me quieren y me conocen y también a los que no.
Sin más,
Yo, Mackyani Yosney Román Rodríguez.
Besos y abrazos desde el corazón mío”.
Aquí les traigo una carta de Mackyani Yosney Román Rodríguez, presa política y manifestante del 11 y 12 de julio, de la…
Posted by Marcel Valdes on Wednesday, January 4, 2023