El actor mexicano Jaime Camil utilizó las redes sociales para compartir una emotiva carta que tiene como objetivo resaltar la memoria de su padre Jaime Camil Garza que falleció el pasado domingo en México.
Jaime dijo que su padre era una persona maravillosa, que se preocupaba por toda la familia, que siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos y que era increíblemente generoso incluso con los desconocidos.
Además, el actor dijo que su infancia fue espectacular porque siempre tuvo la oportunidad de tener a su padre cerca y de aprender muchas cosas de él, además, juntos pudieron vivir múltiples experiencias buenas.
Por último, dijo que va a tratar de honrar a su padre en todos los actos de su vida para que donde quiera que se encuentre pueda sentirse extremadamente orgulloso de él.
A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de Jaime Camil a la memoria de su padre:
Mi papá era un titán, la vida siempre le quedó chiquita, todas sus experiencias las vivía al absoluto máximo y a mil revoluciones por minuto. Un 5% de sus vivencias podrían equivaler a docenas de ciclos de vida.
Dejaba huella a quien lo conocía, nadie se olvidaba de él e inmediatamente lograba que esa persona lo amara inexplicablemente. Le permitía a quien fuera (bueno, siempre y cuando le cayeras bien) a entrar a su corazón y sentirte con la confianza de llamarle tío. Vamos, te ordenaba que le dijeras tío y, mientras más te incomodara hacerlo mejor.
Su generosidad no tenía límites, si alguien necesitaba algo, fuera alguien cercano o hasta un desconocido, sabía que podía contar con Jaime Camil Garza. Y bueno, aunque no lo supiera, recibía una llamada de la nada y escuchaba a mi papá diciendo: ¿qué quieres?, ¿qué necesitas? ¿te pongo un avión, un médico?, o mejor aún: ya tengo listo todo.
Nuestra infancia fue infinitamente privilegiada, no en cosas materiales, bueno sí, pues sería absurdo negarlo, pero más que nada en las vivencias que nos permitió tener, qué bárbaro, qué afortunados fuimos Kali, Erica, Melissa, Alexia, Jorge y yo de haberlo tenido como padre.
Sabía ser amigo de verdad y siempre le buscaba el lado simpático a la vida y a las situaciones. Era un bromista empedernido, bromas buenas y pesadas, o entendías su humor o no. No había medias tintas y, si no te gustaba su humor, le importaba medio pepino. Qué manera de vivir la vida, qué envidia de la manera en la que vivió su vida. Un cabrón hecho y derecho, con una personalidad de titanio e imparable y una galanura incomparable, qué guapo, carajo. Ojalá tuviera yo un pequeño porcentaje de su debonair y su joie de vivire.
He recibido mensajes y muestras de cariño de cientos y cientos de personas, pues claro, perdí a mi Pa, pero la lluvia de mensajes, más que por el cariño y la solidaridad de toda la gente, son porque, qué bárbaro, cómo te quiere, te reconoce, te aprecia y te agradece la gente, tus amigos y los hermanos de vida que escogiste. Nadie como tú, nadie podrá dejar la huella que dejaste, ni imitar tu generosidad, tu altruismo y tu alma arrolladora.
Gracias a todos por su amor, solidaridad y muestras de cariño, una disculpa si no los correspondí como se merecían o como mi papá lo hubiera hecho, pero en mi defensa, nadie hubiera podido corresponderles como él.
Papito hermoso, gracias, vuela, ve a abrazar a los amigos que se te adelantaron y miéntale la madre al encargado por este 2020, porque sin duda así te vas a llevar con él.
Te lloro, te río, te reclamo, te extraño, te huelo y te abrazo en cada respiro. Sé que el tiempo me ayudará a procesar que quizá ya no haya respuesta cuando diga pa, que nadie me rasque la espalda cuando me acueste arriba de ti, pero sé que en cada sentimiento ahí estarás y me escucharás. Mi nombre es Jaime Camil y les aseguro que palidezco ante el verdadero, original, Te amo.