Dayana Prieto, la esposa del dramaturgo y activista cubano Yunior García Aguilera, quienes arribaron a España el pasado miércoles, ofreció también declaraciones al cineasta Ian Padrón en su programa “Derecho a Réplica”.
Luego de haber intercambiado por más de una hora con García Aguilera, el cineasta pidió conversar con Dayana, quien expresó: “Yo en realidad no estoy cansada, simplemente creía que no iba a poder hablar mucho. Estoy quebrantada totalmente. Es muy difícil, esto no fue una decisión así tan hermosa, es un cero opciones”.
“Estoy muy orgullosa de nuestra mi familia, estoy muy orgullosa de nuestros amigos (…) Si nosotros decidimos volar porque no teníamos más opciones, no va a ser para olvidarnos, para abandonar y divertirnos”, afirmó.
“Todo el sufrimiento que nosotros hoy sentimos vamos a tratar de canalizarlo desde la fraternidad, desde la paz, desde los diálogos inclusivos, desde el amor, desde el no enfrentamiento, pero sí la firmeza y jamás le voy a hacer chantaje emocional a Yunior, voy a apoyarlo mientras pueda y mientras tenga fuerza”, concluyó.
Previamente, en el propio intercambio, García Aguilera había señalado que lo vivido desde horas de la madrugada del pasado domingo 14 de noviembre fue muy duro, porque en esta ocasión, a diferencia de lo acontecido el 27N y el 11J, se encontraba presente su esposa y su suegra: “Era una situación totalmente distinta, no sólo es tu dignidad, tu firmeza, es un sentido de la responsabilidad. Tengo que decir con orgullo que ellas son mucho más fuertes que yo. En un momento del día me quebré (…) fueron momentos muy duros, que te cambian la vida”, refirió.
Además, comentó acerca del modus operandi de la dictadura: “El régimen sabe cómo hacer las cosas para llevarte a la desesperación, lo primero que hacen es incomunicarte, que no puedas saber de los demás, ni los demás puedan saber de ti, para que tengas que tomar decisiones a ciegas (…) y cuando, además, están agrediéndote, te sientes pinchado por todas partes, incluso a veces por fuego amigo. Llega el momento en que logran lo que querían, sacarte de tu centro, del estado mental en el que eres capaz de tomar las decisiones correctas y obligarte a cometer cualquier tipo de error que ellos puedan usar contra ti mismo”.
De igual manera, afirmó que: “La decisión de salir del país fue solamente mía, yo no tuve la oportunidad de conversar con miembros de Archipiélago. La decisión fue tomada ese mismo día 14, de que no me quedaba otra alternativa que salir”.