Una madre cubana ofreció el testimonio de su vida, la cual ha pasado por diversas etapas, pero todas marcadas por la espera de una mejoría y un cambio que le permita vivir en prosperidad, el cual nunca ha llegado.
A través de sus redes sociales, Yanelys Benítez Tápanes, de 44 años de edad, compartió un mensaje que es reproducido íntegramente a continuación:
“Cuando era niña vivía en el campo rodeada de familiares, era feliz, dentro de lo que cabe. Vivía en una casa de tabla de palmas, techo de guano y piso de cemento, no teníamos refrigerador, ni lujos, pero no faltaba la comida, siempre con un solo par de zapatos para salir y un vestido, porque mis padres estaban construyendo una casa en la ciudad y había que sacrificarse para poder vivir mejor. ¡Y lo hicimos!
Vine a vivir a la ciudad con 11 años, casa nueva, muebles nuevos, refrigerador. ¡Al Fin!, pero al cumplir los 12 años llegó el periodo especial, infinitas carencias, igual mis padres se las arreglaron para que siempre tuviéramos qué comer, pero las carencias eran sin límites. Me dije a mí misma que iba a estudiar para no pasar más carencias y cuando me gradué ganaba $148.00 y ya tenía a mi primera hija, así que pasé un curso de camarera de alojamientos en FORMATUR y me fui a trabajar al turismo, por la propina, claro, porque el salario seguía siendo una miseria y viví mucho mejor, incluso me daba gustos y mi hija vivía con todo y hasta de más.
Pero no podía ir a un hotel, ni conocer el mundo, ni comprar una casa. Ahora al fin tengo mi casita, tristemente la heredé de mi padre, ya con 2 hijas bellas y de nuevo a sufrir carencias, pero esta vez es peor, esta vez, es pobreza extrema. No puedo comprar ni una confitura a mi niña pequeña, me vuelvo loca buscando qué darle de comer. Mi salario, que ya es de mi profesión, no me alcanza para comer 10 días.
Ya tengo 44 años, estoy casi en la mitad de mi vida, ya se pasó mi juventud. Ya me cansé de esperar tiempos mejores, estoy luchando día a día sólo para sobrevivir, ya se pueden comprar casas y visitar hoteles y viajar, pero el dinero no alcanza ni para comer. Ya no quiero seguir sobreviviendo, quiero vivir sin que me regalen nada, de mi trabajo, quiero hacer planes futuros.
Me cansé de estar estancada, me cansé de no poder quejarme, de no dormir a causa de los apagones, el calor, los mosquitos. Me cansé de pagar medicamentos a sobreprecio, me cansé de hablar bajito por temor a las consecuencias, me cansé de decirle a mi hija ‘no te lo puedo comprar, no tengo dinero’.
Me cansé de sufrir porque extraño a mi hija mayor que emigró, como tantas familias, la mía también está separada. Me cansé del estrés, de la depresión, del desespero. ¡Ya no aguanto más! ¡No quiero seguir esperando para poder vivir, porque se me está pasando la vida!”.
Cuando era niña, vivía en el campo, rodeada de familiares, era feliz, dentro de lo que cabe, vivía en una casa de…
Posted by Yanelys Benitez Tapanes on Friday, September 2, 2022
Los internautas reaccionaron a las palabras de la madre: “Y pensar que no hacen nada para que el pueblo viva mejor pudiendo hacerlo, pero no les interesa para nada el pueblo, tienen un solo interés: enriquecerse cada vez más ellos y su familia. Al descaro te dicen que no se puede, si no pueden váyanse del poder” … “Es la pura realidad cubana, nada alcanza, todo es miseria, desesperación, antojos y todo por gusto, porque ningún sueño se puede cumplir o hacer realidad. Miseria de vida que tenemos y sin solución alguna” … “¡Cuánta verdad en sus palabras! Así nos sentimos la mayoría de los que aún estamos aquí. ¡Queremos vivir!” … “Así de triste nos sentimos todos en esta tierra, sin poder brindarles nada a nuestros hijos y nietos. Vivimos con el corazón apretado de dolor cuando nuestros niños nos piden, como dice mi nieta ‘¿Tú tienes algo para niños?’ y con dolor le digo ‘no tengo nada para niños’. Qué tristeza, se me parte el corazón”.