Denuncian las pésimas condiciones de un centro de aislamiento en Holguín

Múltiples son las denuncias desde la isla con relación a las pésimas condiciones de los centros de aislamiento del país. Según reporta el medio digital Diario de Cuba, varios holguineros han denunciado no sólo la falta de medicamentos y la atención médica adecuada y oportuna, sino también las pésimas condiciones higiénico sanitarias de estos lugares.

Damaris Peña, quien estuvo en una escuela transformada en centro de aislamiento expresó: “Los baños estaban horribles, parecían de terminal de ómnibus. La comida a veces mala y otras regular, siempre poquita. Lo peor es que no hay medicamentos y los médicos y enfermeras ni te miran, se paran en la puerta del albergue y preguntan si alguien tiene fiebre o falta de aire. Eso es todo, para eso es que nos tienen allí”.

Otra de las pacientes que estuvo recluida en uno de los centros, relató: “Era una escuela, un preuniversitario. Las condiciones son horribles, pero bueno, así están las escuelas, y sabemos que en el hospital no caben tantos contagiados. Lo peor realmente es la falta de medicamentos. Es criminal ver gente enferma y que no haya nada para darles”.

“Yo tuve fiebre, pero no muy alta. Pero allí había personas voladas en fiebre por varios días y no había ni una dipirona para darles. Es desgarrador ver eso, todavía estoy consternada y hace casi un mes que salí de allí. No se me borran de la mente las escenas de la gente gritando del dolor de cabeza y los temblores de la fiebre”, añadió.

También indica que eran aproximadamente 300 personas y sólo había un termómetro y un solo equipo para medir la tensión arterial, además permanecían asustados porque si les daba falta de aire eran remitidos para el hospital, donde el oxígeno era reservado sólo para pacientes muy graves.

Entretanto, Omar relata que bajó seis libras en trece días debido al hambre que pasaron en el centro, y que lo peor fue el retraso con el resultado del test de Covid por el que tuvo que esperar 11 días.

Las vivencias de los recluidos en centros de aislamientos son tan negativas que las personas en muchas ocasiones han preferido permanecer en casa que someterse a la odisea de ser internados en estos centros, lo cual eleva las probabilidades de contagio de la pandemia.