Con el pasar de los años la evolución de tratamientos estéticos ha permitido la creación de técnicas que devuelvan la belleza a la piel, como los hilos tensores. Te presentamos algunas curiosidades sobre esta novedad.
1.- Son hilos o filamentos del grosor de un cabello, elaborados con material compatible biológicamente con nuestro cuerpo.
2.- Los hilos finos se aplican en el rostro para corregir pequeñas arrugas y darle luminosidad a la piel.
3.- Los hilos “espiculados”, que tienen una serie de filamentos que asemejan pequeñas espinas, se usan para pieles muy flácidas y caídas.
4.- No solo se aplican en las mejillas, sino también en cejas, frente, contorno de ojos, cuello, papada y dar firmeza al rostro en general.
5.- Los efectos iniciales de esta técnica se ven a las 24 horas de su aplicación, sin embargo los mejores resultados se apreciarán trascurridos tres meses aproximadamente.
6.- Los hilos comienzan a disolverse entre los primeros 6 a 8 meses de colocados. Permaneciendo su efecto en la zona un año o año y medio.
7.- La instalación de los hilos tensores estimula el colágeno en la zona aplicada.
8.- Este tratamiento culmina su efecto cuando desaparecen en su totalidad los hilos que se ha disuelto.
9.- El tratamiento no es doloroso ya que se aplica con anestesia local y es poco invasivo.
10.- Ocasionalmente, puede presentarse inflamación en las zonas donde se colocó el hilo.
11.- Colocarse hilos tensores no requiere hospitalización, ya que es una técnica ambulatoria.
12.- Este tratamiento estético no suele tener efectos secundarios.
13.- Está contraindicado para mujeres lactantes y embarazadas.
Sin dudas, un estiramiento de piel con hilos tensores es una opción segura para quienes no desean someterse a una cirugía estética; siempre, buscando a profesionales especializados en el área.