Muchos cubanos que acudieron a las tiendas en monedas libremente convertibles en La Habana para intentar adquirir alimentos o artículos de aseo, se quejaron por los altos precios, las innumerables colas o la poca oferta de productos.
Daniel Estrada, un cubano que se encontraba en el mercado de 3ra y 70, en el municipio Playa, confesó a CubaNet que llegó al lugar aproximadamente a las cuatro de la madrugada para intentar adquirir algún producto.
Sin embargo, quedó completamente decepcionado por los precios de muchos de los productos que las autoridades pusieron en venta, pues eran completamente inaccesibles para la mayoría de los cubanos.
Estrada comentó que el kilogramo de carne de res costaba alrededor de 23 dólares, y el kilogramo de jamón serrano costaba entre los 150 y los 200 dólares, un precio que es imposible pagarlo.
“Llegué aquí sobre las 4:00 de la mañana, pero la Policía me botó de la entrada; me dijeron que no podía estar en la puerta. Me puse a buscar en los alrededores, a ver si había alguien marcando para entrar y así me encontré una colita en la esquina. Sin embargo, cuando entré me di cuenta que no valió la pena tanto sacrificio, pues lo poco que hay de cárnicos está carísimo. En algunos productos la diferencia de precios con respecto al CUC es de cuando más 10 centavos, pero eso sí, te dejan comprar la cantidad que quieras. En estas tiendas sí que no están topadas las cantidades de productos que puedes comprar”, declaró.
Otras personas comentaron que los productos de primera necesidad se agotaron rápidamente, por ejemplo, casi nadie consiguió adquirir pasta dental ni tampoco pollo, artículos que son ampliamente demandados entre la población cubana.
“No pude alcanzar la pasta dental Colgate; cuando me tocó comprar ya se había acabado. La gente se la llevaban por montones. Esto es la misma mierda que en las tiendas de CUC: no hay ninguna diferencia porque aquí también se acaban las cosas rapidísimo”, se quejó Olga Riverón Maceo, una anciana que estuvo varias horas en una cola.
Algunas quejas de los cubanos están relacionadas con las grandes colas que se registraron durante el primer día de este servicio, pues fue necesario madrugar para poder ser de los primeros en entrar.