Cubano que perdió su familia en el Río Bravo iba hacia EE.UU. para atender tumor de su niño

El migrante cubano Guillermo Alan Matos, quien perdió a su esposa y su hijo de cuatro años arrastrados por la corriente del Río Bravo en su intento de ingresar a Estados Unidos, contó que su intención era llegar a esa nación para atender al niño, que fue diagnosticado con un tumor en la cabeza.

La tragedia ocurrió el pasado jueves, cuando en el cruce del río las fuertes corrientes arrastraron a su hijo Ismael Alan Patiño y a su esposa y madre del niño, Alessa Nadines Patiño, de 25 años, originaria de Uruguay.

Guillermo, quien en estos momentos permanece en México, contó al periodista Javier Díaz de Univisión 23 vía telefónica que planificaron todo muy bien. Él viajó desde Uruguay hasta Nicaragua, donde prosiguió su travesía solo hasta México, mientras su esposa e hijo volaron desde Uruguay hasta México para reencontrarse con él.

“El cubano que perdió a su familia me dijo que tenía todo planificado para que el cruce hacia Estados Unidos saliera bien. Si hijo padecía de dos tumores malignos y veía en este viaje la posibilidad de salvarle la vida. Su familia en Hialeah está pidiendo ahora una visa humanitaria para que le dejen entrar al país pues teman que pueda atentar contra su vida a raíz de esta tragedia”, escribió Díaz.

El cuerpo de su hijo fue hallado, pero el de su esposa aún no ha sido encontrado: “En estos momentos lo único que yo quiero es encontrar el cuerpo de mi esposa para yo poder darle el destino que lleva y podérselo enviar a su familia que está esperándolo allá en Uruguay, están devastados”.

Con relación al objetivo principal de su viaje, Guillermo indicó: “Yo estaba intentando ir para allá porque el niño tenía un tumorcito en la cabeza”.

“Estaba bajito el río, pero había un poco de corriente, empezamos a resbalarnos y se nos fue, cuando quisimos virar para atrás fue demasiado tarde, ya teníamos la corriente en contra”, dijo.

Los planes de Guillermo era reunirse con su prima y su tía en Hialeah, una vez que consiguieran ingresar a suelo norteamericano.

Su tía Bertha Alan Rodríguez, también contó a la citada fuente la razón por la que Guillermo decidió emprender la difícil travesía: “El venía a este país con el propósito de querer ayudar a su hijo”, dijo.

Tanto la tía como la prima de Guillermo, le solicitaron a los senadores y congresistas de la Florida, ayuda para tramitar la visa humanitaria para que él pueda viajar a Estados Unidos. “Necesitamos que todos los congresistas nos ayuden a ver si le pueden dar la visa humanitaria a mi sobrino, que está devastado, está solo”, refirió Bertha.

Ya tienen una cita prevista para el próximo lunes 14 de marzo, en la oficina de la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar, para pedirle que realice gestiones para la visa humanitaria de Guillermo.