El cubano Adonys Barrios realizó un largo y difícil trayecto durante casi dos meses para arribar a Estados Unidos, junto a su esposa y dos hijos menores de edad.
Afortunadamente, consiguieron su anhelado sueño y ya se encuentran residiendo en Miami hace más de un mes. Barrios relató al canal América Tevé lo vivido durante el periplo.
“En el cruce de Colombia para Panamá me di cuenta que había puesto en riesgo la vida de mi familia completa”, afirmó el antillano.
Entre los momentos más difíciles y peligrosos del trayecto, señaló el de haber atravesado un lugar en el que posiblemente hubiera minas enterradas, en su paso de Colombia hacia Panamá: “Llegamos a la playa después de doce horas, bien agotados, y allí nos comentan que por primera vez estaban rescatando personas en ese punto, que no sabían cómo habíamos logrado llegar allí (…). Nos dijeron que existían grandes posibilidades de que hubiera minas en ese lugar, debido a las guerrillas”.
Barrios relata el difícil momento en que su esposa estuvo a punto de caer por una pendiente: “Mi esposa cae y sólo una raíz le salva la vida. Atinó a agarrarse de esa raíz y gracias a Dios, esa raíz soportó todo el peso y no la perdimos por eso”.
De igual manera, hizo alusión al día en que abordaron una lancha, cuyo trayecto le informaron que duraría dos horas y posteriormente supieron que en realidad serían doce: “La lancha golpeaba duro en las crestas de las olas. Los niños empezaron a llorar, una niña casi se deshidrata, porque vomitó bastante y con el estómago vacío se veía bien delicada. Gracias a Dios la lancha no zozobró, no hubo nada que lamentar y llegamos, pero esas horas fueron complicadas. Podía pasar cualquier cosa”.
Finalmente, afirmó que sintió temor por la vida de su familia y mostró sus dudas sobre el arriesgado trayecto: “Valió la pena porque gracias a Dios estamos acá y no tenemos nada que lamentar, pero no se lo recomiendo a nadie que yo quiera (…). En dos ocasiones dudé fuertemente por la seguridad y la vida de mi familia, y eso nos salió bien”.