El presidente norteamericano Joe Biden tomó medidas el lunes 19 de julio, relacionadas con el estallido social que tuvo lugar en Cuba, con el inicio de las masivas manifestaciones populares del 11 de julio.
Según reporta El Nuevo Herald, las medidas consisten en indicar al Departamento de Estado la revisión de planes para incrementar el personal en la embajada de Estados Unidos en La Habana y crear un grupo de trabajo que analice el envío de remesas a las familias cubanas.
La administración de Biden ha permanecido revisando su política hacia Cuba por más de seis meses, pero la ola de protestas acontecidas en la isla, dio al traste con que se asumiera con urgencia el tema.
Uno de los funcionarios de la administración, indicó: “Bajo la dirección del presidente Biden, Estados Unidos está aplicando activamente medidas que apoyarán al pueblo cubano y harán que el régimen cubano rinda cuentas”.
“La administración formará un Grupo de Trabajo de Remesas para identificar la forma más efectiva de hacer que las remesas lleguen directamente al pueblo cubano. El Departamento de Estado revisará la planificación para aumentar el personal de la embajada de Estados Unidos en La Habana para facilitar la participación diplomática, consular y de la sociedad civil, y una seguridad adecuada”, añadió el funcionario.
Entre tanto los funcionarios de la Casa Blanca negaron las acusaciones del gobernante cubano Miguel Díaz Canel, quien el pasado sábado repitió sus acusaciones de que las protestas han sido organizadas y financiadas por los Estados Unidos.