Ayudan a hermanos cubanos necesitados en Camagüey

Decenas de residentes en Camagüey tuvieron el noble gesto de ofrecer ayuda mediante donaciones de ropa, alimentos y otros artículos a dos hermanos necesitados de esa provincia.

El periodista camagüeyano José Luis Tan Estrada se hizo eco del suceso y compartió en sus redes sociales el pasado miércoles 18 de enero imágenes en las que se muestran algunas de las donaciones y junto a ellas escribió: “Por aquí estuvimos este piquete para traerles algunas cositas a Manolito y a su hermano”.

“Nos cuentan que, desde bien temprano en la mañana, han pasado más de 100 personas a llevarles ropas, abrigos, comida, entre otras cosas. Gracias miles a todos lo que se han preocupado de una manera u otra”, concluyó su mensaje.

Los seguidores del reportero reaccionaron al noble gesto: “Es increíble, hay que oír a esas personas para conocerlas, son personales increíbles. Un poco de humanidad familia, es lo que hace falta, que se ha perdido mucho. Un poquito y lo que se pueda para ayudar les viene bien” … “Hermoso gesto que dice mucho de ustedes, del gran corazón que se cargan. Dios los bendiga abundantemente” … “Para que veas lo que logras con tu trabajo, que las personas se sensibilicen, eso nos falta a veces. Bendiciones” … “Buen trabajo, chicos. Dios se los duplicará en miles de bendiciones y éxitos en la vida” … “Qué bonito gesto, mi amigo. Dios te bendiga por tanta humildad”.

El pasado martes 17 de enero el comunicador publicó la historia de estos hermanos, quienes llevan 4 años sobreviviendo en las calles “y nadie del Gobierno o el Partido, como en la mayoría de estos casos, se ha preocupado por ellos”.

“Manolito y su hermano Ricardo llevan más de 4 años en la calle. Dos años viviendo en un portal ubicado en la avenida de la Caridad, cerca del Palacio de los Matrimonios de la ciudad de Camagüey”, señaló.

“Me cuenta Manolito que cuando murieron sus padres tomaron la decisión de permutar su casa por otra, con el objetivo de alejarse de todos los recuerdos familiares. Resulta que para la nueva vivienda que se mudaron, la propiedad de esta era falsa, los habían estafado, al aparecer el dueño. Pues tuvieron que irse a vivir para la calle, ya que, como quedaron un poco traumatizados por la tragedia familiar, los daban por locos y nadie les hizo caso”, prosiguió.

“Nuestro armario son esas tres cajas que ves ahí, de las cuales nos han robado pitusas y otras cositas más”, contó Manolito al periodista.

Para poder garantizar sus alimentos, los hermanos recogen materias primas o cuidan colas a las personas durante las noches. De igual manera, en una panadería les regalan panes en ocasiones y reciben gran ayuda de una iglesia.

En tal sentido, relató Manolito: “Si almorzamos no comemos, si comemos no almorzamos, porque todo está bien caro y acá luchamos lo que se pueda. En este mismo piso que estamos sentados ahora, hemos pasado cumpleaños, fines de años, frío, mucho frío, con lágrimas en los ojos junto a las perritas que jamás dejamos abandonadas”.