Un asesino convicto resultó arrestado el pasado domingo tras la muerte de una madre hispana que se encontraba desaparecida desde hace varias semanas en Sunrise, en el sur de Florida.
Se trata de Eric Pierson, de 54 años, quien salió de prisión el año pasado luego de cumplir una larga condena de 26 años, por el asesinato Kristina, una joven 17 años, y ahora enfrenta cargos de asesinato en primer grado por la muerte de Érika Verdecia, cuyo cadáver fue encontrado en un canal detrás de la vivienda del Pierson, cerca de Fort Lauderdale.
Verdecia, de 33 años, tenía una niña de 7 años y fue vista por última vez el 24 de septiembre al salir de su casa y sus familiares desconocen cómo ella conoció al asesino y cuál era su relación con este.
“Me la mató, como ella sufrió sola y yo no la pude ayudar. Solo quiero justicia para mi hermana. No se merecía esto en absoluto. No merecía morir así”, lamentó envuelta en llanto Linet Agosto, hermana de la víctima.
Según declaraciones de la policía de Sunrise, Pierson aseveró haber apuñalado cuatro veces con un destornillador a la madre soltera, dos en el pecho y una en cada ojo. El siniestro tuvo lugar el 25 de septiembre.
En las investigaciones, trascendió además que Pierson fue declarado culpable por el intento de asesinato de primero grado en 1985, al entrar a una casa y degollar a una mujer. En esa ocasión fue sentenciado a 18 años y sólo cumplió 4 de ellos.
Por su parte, Carmen Verdecia, madre de la víctima expresó a Telemundo 51: “Sabes lo que habrá sufrido mi hija en manos de ese criminal. ¿Cómo lo dejaron salir de la cárcel?, por buen comportamiento y porque las cárceles están llenas. Yo voy a hacer que eso cambie”.
Con relación a su nieta, Carmen afirma envuelta en llanto: “Es muy difícil porque nunca más verá a su mamá y eso es lo que más duele”.
La menor está recibiendo terapia psicológica en el colegio, pero aún no le han informado de la muerte de su madre.