A pesar que La Habana se encuentra en la fase de transmisión autóctona limitada debido al aumento de casos de coronavirus, las autoridades de la capital han decidido mantener abierto el Aeropuerto Internacional José Martí, pero con la disminución de vuelos desde y hacia la Isla.
Según Abel Hidalgo Prieto, coordinador general de control sanitario internacional, la instalación aérea se va a mantener abierta, aunque se van a aplicar estrictos protocolos de seguridad para evitar nuevos contagios.
Prieto explicó que todos los viajeros que lleguen al aeropuerto deberán presentar una prueba PCR negativa, luego de eso se les realizará un examen por parte del personal médico y una vez que pasen por la Aduana, se les controlará la temperatura corporal.
“La primera línea de vigilancia epidemiológica estará al arribo del avión donde tenemos a dos compañeros que entrevistan a la tripulación. En la sala de Inmigración se les exige la declaración de salud y se les realiza el PCR en tiempo real. Una vez que pasa Inmigración y Aduana pasan a la sala de termometría antes de salir del aeropuerto”, declaró.
Por su parte, Odalys Martínez jefa de la terminal 3, explicó que se han dispuesto nuevas medidas como el aumento de limpieza de superficies del aeropuerto como pasamanos y elevadores y limitar el número de acompañantes que reciben o despiden a los pasajeros.
Además, se ratificó que todos los viajeros que arriben a Cuba deberán mantener una estricta cuarentena en sus respectivos domicilios, hoteles o casas de alquiler hasta que conozcan los resultados de los PCR.