Una familia de balseros cubanos decidió no dejar atrás a sus mascotas y realizó su travesía en busca de tierras de libertad el pasado mes de diciembre, junto a tres perritos chinos, dos de los cuales estaban recién nacidos en el momento del viaje.
De acuerdo con el reporte del canal América TeVé, la antillana Yudelsis González abordó la rústica embarcación junto a los tres animales, los que tuvo que entregar a las autoridades tras su llegada a Estados Unidos, para ser trasladados hacia un centro para la prevención de enfermedades.
Los cachorros, que tenían menos de un mes de nacidos cuando se inició la travesía, perdieron a su madre en Cuba, quien murió a los siete días del parto.
“Me traje conmigo, por suerte, a mis tres perritos. Dos de ellas son huérfanas, muy pequeñitas, sólo 28 días, son las que se me han dificultado poder recuperar. El 10 de enero, gracias a Dios, pude recuperar al machito”, contó González.
Según cuenta, afrontaron fuertes marejadas y olas que provocaron que el agua ingresara a la embarcación, por lo cual decidió introducir a los dos cachorros dentro de su ropa para protegerlos.
“Todo el que ha venido en balsa conoce que, en los medios rústicos, las marejadas y las olas son fuertes. Nos mojamos y por muchos paños que les traje, llegó el momento en que ya no tenía paños secos para ellos y tuve que echármelos dentro del ajustador”, precisó la mujer.
“Ya en alta mar la locura era de todo el mundo. Ya no eran perritas, todo el mundo les decía sobrinas”, detalló.
Linda y Luz, las dos cachorritas, aún permanecen en el centro para animales, donde presuntamente deberán estar hasta el próximo mes de marzo, pero afortunadamente recuperó al mayor de los tres perros.
González señaló que las autoridades llegaron a informarle que para recuperar a los tres animales debía pagar una alta suma de dinero, pero esto no la desanimó: “Yo dije ‘si nos toca ir para un semáforo con un cartel para que nos ayuden a recuperar dinero para sacar a las perritas lo haremos’ (…) La familia entera se mostró dispuesta a reunir ese dinero por si tuviéramos que pagarlo’”.
Finalmente, la mujer expresó: “Gracias a Dios por permitirme llegar a esta tierra y hacer esa travesía tan difícil que hacemos los cubanos para poder ser libres, tener una vida digna y crecernos”.