El padre del joven bombero de 19 años de edad Fabián Naranjo Núñez, uno de los fallecidos en la tragedia de la Base de Supertanqueros de Matanzas, declaró que la nostalgia tras la muerte de su hijo no le permite dormir.
Sin revelar su identidad, el hombre ofreció declaraciones al medio OnCuba. “Fabián me escribió del teléfono de un amigo, porque él no tenía. En un primer momento me quedé en el aire cuando vi aquello, aunque enseguida caí en cuenta de lo que estaba pasando y ya no pude dormir más. Me puse como loco, no sabía qué hacer”, señaló el padre.
Según cuenta, todo lo que vivió tras el mensaje que le envió su hijo, fue algo similar a una película de terror: “Cuando amaneció me empezaron a llamar mis hermanos para decirme que habían heridos y quemados en la Base por una explosión, pero que Fabián no estaba ahí. Ellos habían hablado con él la noche anterior por alguna vía y les dijo que su camión no salió para el incendio tras la primera alarma. Fue entonces cuando les conté del mensaje, de la segunda alarma; se quedaron sin habla”.
Los familiares del joven recorrieron varios hospitales para ver si lo encontraban, pero todo fue en vano. Luego el padre se dirigió a Medicina Legal en busca de noticias: “Me paré afuera sin hablar con nadie, esperé un rato, le tiré un par de fotos a la nube de humo negro que se levantaba sobre la ciudad, pero al final no había movimiento ninguno en ese lugar. Entonces decidí irme para la casa, estaba extenuado, desesperado, me sentía muy mal”.
Posteriormente, se dirigió al Hotel Velasco, pues supo que allí habían creado un puesto de mando para informar a los familiares de los bomberos que participaban en las labores de extinción del siniestro: “Cuando llegué al Velasco yo estaba mal de verdad. La presión me subía y me bajaba, tenía mucha ansiedad, estaba desorientado, no sabía ni qué día era. Por suerte allí me atendieron muy bien. Los médicos y los psicólogos lograron calmarme un poco”.
“Fue entonces que pude conversar con el personal del Ministerio del Interior. Ellos nos ofrecieron detalles de lo que sucedía y no nos ocultaron nada, al contrario, fueron muy claros al explicarnos que el incendio no estaba controlado y que no era posible entrar a la zona para buscar sobrevivientes”, agregó.
Antes de recibir dicha explicación ya tenía sospechas de que no volvería a ver a su hijo: “Hubo un momento en que ya yo me convencí de lo que había pasado y estaba consciente de que después de tanto tiempo y con temperaturas extremas, era imposible que mi hijo estuviera vivo. Es duro aceptarlo, pero yo sabía, y así lo confirmamos después. Por separado, nos comunicaron a cada familia que los muchachos estaban fallecidos”.
El padre tiene pendiente una visita a los compañeros de Fabián que lograron sobrevivir a la tragedia: “Ellos eran una familia y nosotros formábamos parte de ella. Interactuábamos, los apoyábamos, teníamos las mejores relaciones y mucha compenetración con los oficiales y los jefes, que eran como padres para mi hijo. Ahora todos ellos están muy traumados, porque saben mejor que nadie lo que de verdad pasaron en esas horas de servicio”.
El hombre expresó como quisiera que su hijo fuera recordado: “Quisiera que sus amigos lo recordaran con una sonrisa, como el muchacho amable y soñador que era. Fabián tenía muchos planes. Ahora mismo en septiembre él iba a empezar un curso de inmigración que lo ilusionaba, porque le iba a permitir ser más independiente y comprarse un teléfono, lo que más quería. Yo, para joderlo, le decía que nada más que empezara a trabajar iba a ganar más dinero que yo, que llevaba casi 40 años sudando la gota gorda”.
Finalmente, el hombre, padre de otro hijo de 7 años de edad, contó: “A veces me levanto solo por la madrugada y me pongo a llorar, no puedo dormir. Por eso me he puesto a chapear como un loco estos dos días, para no pensar, para cansarme y caer en la cama. Quiero soltarlo todo, desahogarme, porque es muy difícil. Esta es la segunda vez que pasa algo así en mi familia. Cuando yo tenía dos años, mi hermano de 19 murió en un accidente. Mis padres tuvieron ese dolor por dentro siempre; ahora me ha tocado a mí”.
Todos los padres deben leer con el mismo dolor y sentimiento el último mensaje del bombero Fabián Naranjo Núñez minutos…
Posted by Julio Gonpagés on Friday, August 12, 2022