Arón Dávila González, de 2 años de edad, quien resultó lesionado en la tragedia del Hotel Saratoga el pasado 6 de mayo, ya se encuentra fuera de peligro y recibió el alta médica en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez de La Habana.
En tal sentido, su madre Xiomara de la Caridad González, contó la historia a la periodista Gisela García Rivero.
“Yo siempre pedí que él tuviera los mejores especialistas, los mejores medicamentos y así los tuvo. Él es un guerrero desde que nació. Es un niño que nació a los 8 meses, 34 semanas, yo fui al salón con 180 con 160 de presión”, declaró Xiomara.
Según cuenta, el día de la tragedia iba con su niño que le correspondía la vacuna contra la COVID-19 al cumplir los dos años de edad: “Tengo al niño cargado y cuando voy por el separador del Saratoga (…) siento la explosión. Yo no sé para dónde cogió el niño, ni supe nada. Siento que hay mucha nube de polvo que no me dejaba ver, mantuve la calma porque no sabía qué podía estar alrededor mío o si me podía caer, pero en ese momento hubo como una brisa que me dejó ver al niño delante de mí”.
Precisa la madre que en ese momento vio al conductor de un vehículo, quien la montó en su auto, mientras se mostraba lloroso a causa de lo sucedido: “Yo quisiera en algún momento si él me está viendo o alguna familia, que supiera que yo quiero agradecerle”.
El conductor la llevó junto a su niño hacia el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, donde el menor recibió atención médica y le detectaron un objeto de dos pulgadas y medias que penetró en su cerebro como un proyectil.
El Dr. Marlon Ortiz, especialista de segundo grado en Neurocirugía, quien atendió al menor, señaló: “Hicimos una descompresión primero, rodeamos el foco de fractura como está establecido en las técnicas quirúrgicas, levantamos el fragmento óseo e identificamos un fragmento de madera que tenía tierra, metal y todos fueron retirados”.
La madre del menor afirma que los médicos le dijeron que no se preocupara, que todo saldría bien: “Me dijeron ‘no te preocupes que lo están operando’. Creo que fue de 4 a 5 horas y me dijeron ‘todo está bien’. Me cayó una calma y me tranquilicé”.
Arón fue sometido a una segunda cirugía que se realizó debido a complicaciones en su evolución, tales como un edema cerebral, que se manifestaban como un deterioro de su estado neurológico, según precisó el especialista en Neurocirugía Adriel Salazar.
Finalmente, el niño logró su evolución satisfactoria y pudo recibir su alta médica para proseguir la recuperación en su hogar.